TOXINA BOTULÍNICA: ¿QUÉ DEBEMOS SABER ANTES DE SU APLICACIÓN?
¿Qué es?
Es una sustancia que inhibe o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica. Con esta técnica se relajan temporalmente los músculos faciales, previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes, hasta ser casi inapreciables.
¿Para qué sirve?
La toxina botulínica tiene distintos usos. A nivel estético se utiliza para atenuar las líneas de expresión de la frente, entrecejo y las llamadas “patas de gallo”. También se usa para atenuar las arrugas del cuello y las comisuras labiales caídas.
Otros usos suelen ser para tratar el bruxismo, la hiperhidrosis axilar o palmar, y en patologías musculares.
¿Cómo sé que lo que me aplican es realmente toxina botulínica?
Hay que preguntar al profesional cuál es el producto (marca y origen) que a uno le van a aplicar y, en caso de duda, que le muestren el frasco.
¿Todas las clínicas usan la misma toxina botulínica?
No, actualmente existen muchos laboratorios que suministran toxina botulínica. Es importante preguntar el origen de la toxina botulínica, la cantidad que me aplicarán (en unidades) y la duración del efecto.
¿Cómo sé cuál es la cantidad de toxina que me deben aplicar?
La cantidad de toxina viene expresada por unidades. Suelen aplicarse entre 15 a 20 unidades por zona dependiendo de la fuerza de la musculatura (en hombres, generalmente, es necesario utilizar más unidades por zona).
Cuando se habla de “zonas” de aplicación, una zona correspondería al entrecejo, otra a la frente, y otra a las “patas de gallo”.
¿Es el efecto inmediato y cuánto tiempo dura?
Su efecto es progresivo, se empieza a notar a partir del 4º a 5º día y llega a su máximo efecto, aproximadamente, a los 15 días.
Su duración suele ser de 5 a 6 meses. Se observa una disminución progresiva del efecto a partir del 4º mes. Sin embargo, esta dependerá de las características individuales de cada paciente y su estilo de vida.
¿Cuáles son las contraindicaciones para poderme aplicar toxina?
Las contraindicaciones principales son: estar embarazada o en período de lactancia, enfermedades neuromusculares, infecciones en la zona de la inyección, estar en tratamiento con algún fármaco contraindicado o pacientes alérgicos a algún componente. Por eso, si tenemos alguna duda, es importante preguntar al profesional que nos va a realizar el procedimiento si es recomendable en nuestro caso.
¡Saludos y sigue cuidando tu piel!